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To Members of Congress,
As leaders from a broad range of faith traditions across our nation, we share core convictions around justice, the bonds of family and community, and the dignity of every person. During the Covid-19 pandemic we have been navigating as a nation for nearly a year now, we have seen the ways in which all Americans have relied on essential workers to sustain our economy and maintain the flow of food, other goods and basic services to every corner of our country.
And we are reminded of the words of Rev. Dr. Martin Luther King, Jr., who observed in his Letter from a Birmingham Jail: “All men are caught in an inescapable network of mutuality, tied in a single garment of destiny. Whatever affects one directly, affects all directly.”
We owe a debt of gratitude and bear a moral obligation toward these workers, now deemed “essential” but for too long treated as “expendable” within our economy. This has never been more true than in this season of the pandemic. Workers in meatpacking, agriculture, warehouse and delivery services, cleaning services, health care, childcare, public transit and other industries have provided the basics needed to sustain families and communities across the United States. Workers in these roles during the pandemic have exposed themselves and their loved ones to Covid-19, and have disproportionately experienced illnesses and deaths wrought by the coronavirus. The risks they have borne and the contributions to the common good they have made have yet to be fully acknowledged by our society.
Many of our nation’s essential workers are immigrants, compelled to run these risks to keep their families fed, clothed and sheltered while being excluded from health insurance, affordable healthcare and unemployment relief. The impact of the coronavirus has forced them to incur lost income, unexpected medical bills, and the searing burden of funeral expenses. All this, while we as a nation have left them out of any financial relief provided under the federal stimulus programs. This is an injustice that must and can be righted.
We urge you, within the Covid-relief stimulus bill to be considered by Congress in the coming weeks, to include an amendment that will:
By taking these steps, we can begin to meet our moral obligation to recognize and include immigrant essential workers who have helped America make its way through the pandemic. In this way we can take one important step toward building, out of the horror of the pandemic, a more just and equitable nation, one which recognizes and strengthens the web of mutuality which binds us all to one another.
Respectfully,
A los Miembros del Congreso,
Como líderes de una amplia gama de tradiciones de fe a través de la nación, compartimos convicciones fundamentales respecto a la justicia, los lazos familiares y comunitarios, y la dignidad de cada persona. Durante la pandemia de Covid-19 que hemos estado navegando como nación por casi un año ya, hemos visto la manera en que todos los americanos han dependido de los trabajadores esenciales para sostener a nuestra economía y mantener el flujo de alimentos, otros bienes y servicios básicos a cada rincón de nuestro país.
Y recordamos las palabras del Rev. Dr. Martin Luther King, Jr., quien observó en su Carta desde una Cárcel en Birmingham: “Todos los hombres están atrapados en una red sin escape de mutualidad, atados a una sola prenda del destino. Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos directamente.”
Estamos endeudados y llevamos una obligación moral hacia estos trabajadores, que ahora se nombran “esenciales” pero que por demasiado tiempo se trataron como “prescindibles” dentro de nuestra economía. Esto nunca ha sido más cierto que durante esta temporada de la pandemia. Los trabajadores en el empaque de productos de carne, agricultura, servicios de bodega y entrega, servicios de limpieza, cuidado de salud, cuidado infantil, transportación pública y otras industrias han proporcionado lo fundamental necesario para sostener a las familias y comunidades en todos los Estados Unidos. Los trabajadores en estos puestos durante la pandemia han sido expuestos a sí mismos y a sus seres queridos a Covid-19, y han experimentado desproporcionadamente las enfermedades y muertes causadas por el coronavirus. Los peligros que han aguantado y las contribuciones al bien común que han hecho todavía no se ha reconocido plenamente en nuestra sociedad.
Muchos de nuestros trabajadores esenciales de nuestra nación son inmigrantes, obligados a correr estos peligros para mantener a sus familias con alimentos, ropa y techo mientras son excluidos del seguro de salud, cuidado de salud accesible y alivio para el desempleo. El impacto del coronavirus los ha obligado a perdida de ingresos, cuentas médicas inesperadas, y la carga fulminante de los gastos fúnebres. Todo esto, mientras nosotros como nación los hemos dejado afuera de cualquier alivio financiero proporcionado bajo los programas federales de estímulo. Esta es una injusticia que debe y puede corregirse.
Les exhortamos, dentro del proyecto de ley de estímulo para el alivio de Covid que se considerará en el Congreso en las próximas semanas, incluir una enmienda que:
Tomando estos pasos, podemos comenzar a cumplir nuestra obligación moral para reconocer e incluir a los trabajadores inmigrantes esenciales que han ayudado a América navegar la pandemia. De esta manera podemos tomar un paso importante más hacia la construcción, tras el horror de la pandemia, de una nación más justa y equitativa, una que reconoce y fortalece la red de mutualidad que nos ata todos unos a otros.
Respetuosamente,